Toda comunidad de propietarios debería tener una política de ahorro de energía que permita reducir al mínimo el gasto común de electricidad. De esta manera, se podrá redistribuir el presupuesto a otro tipo de mejoras que requiera el edificio.
A fin de reducir la factura de luz en la comunidad, es esencial encontrar la forma de abaratar los costes implicados en la iluminación de las zonas comunes y el funcionamiento de los ascensores. También es importante implementar medidas que mejoren la eficiencia energética del edificio y crear conciencia entre los vecinos. Aplicar estos 8 consejos permitirá alcanzar los objetivos antes mencionados.
1. Determinar si es posible contratar electricidad más barata
Calcular de forma precisa cuál es la potencia eléctrica que requiere la comunidad, y hacer los cambios pertinentes, puede marcar una gran diferencia a la hora de pagar la factura de luz. Es una de las medidas de ahorro energético más importantes.
Lo más recomendable es solicitar el apoyo de un electricista profesional para que realice una exhaustiva auditoría y determine cuál es la potencia real que debería contratarse en el edificio. Este también podría ser un buen momento para estudiar la posibilidad de cambiar a una compañía eléctrica cuyas tarifas sean más económicas.
2. Reducir el gasto en el consumo de agua caliente
Una buena parte del consumo eléctrico de la comunidad de propietarios se destina a la generación de agua caliente, sobre todo en el caso de aquellos edificios que disponen de una caldera central. A fin de reducir gastos, se recomienda proteger y aislar las tuberías, disminuir (aunque sea un poco) la temperatura a la que se calienta el agua y darle mantenimiento constante a las instalaciones.
3. Instalar dispositivos de iluminación inteligente
Otra estrategia que permite ahorrar energía en la comunidad es instalar temporizadores eléctricos y sensores de movimiento. Los temporizadores garantizan que las luces estén encendidas cuando se necesitan, pero no más tiempo del requerido. Por su parte, los sensores de movimiento encienden automáticamente las luces cuando pasa un vecino, y las apagan cuando nadie las está usando.
Estos dispositivos inteligentes deberán instalarse en pasillos, accesos a ascensores, patios y otras zonas de tránsito. También es buena idea sectorizar la iluminación del edificio, un método que consiste en configurar las luces para que solo se enciendan en áreas específicas, en lugar de iluminar todo el piso de una sola vez.
4. Fomentar el ahorro energético entre todos los vecinos
Lograr importantes ahorros en la factura eléctrica de la comunidad depende en gran manera de la colaboración de todos. Tanto propietarios como inquilinos deberían sentirse motivados a reemplazar los comportamientos derrochadores por hábitos de consumo responsable.
Las juntas de propietarios son la ocasión ideal para discutir y proponer soluciones de ahorro de energía. Las medidas acordadas deben promoverse a través de circulares, carteles en las zonas comunes y otros canales de comunicación.
5. Aprovechar las bondades de la energía solar
La energía solar es una de las alternativas más efectivas para ahorrar en gastos de luz y reducir la huella de carbono de una comunidad de propietarios. Las fincas cuyos edificios disponen de azoteas son las candidatas perfectas para instalar paneles fotovoltaicos.
Las administraciones públicas ofrecen subvenciones para promover las energías renovables. Acogerse a estos beneficios permite reducir considerablemente los gastos implicados en la compra de los elementos que conforman la instalación solar.
Ahora bien, hay que tomar en cuenta que se requiere la aprobación de al menos un tercio de los propietarios para poder llevar a cabo un proyecto de esta envergadura. Las personas que voluntariamente elijan no participar, tienen derecho a abstenerse. Cuando la decisión de instalar plantas solares no es unánime, los propietarios deberán acordar la manera como se repartirá el gasto de luz.
6. Aislar térmicamente el edificio
La instalación de aislamiento térmico asegurará que la energía y el calor no escapen rápidamente. Crea una temperatura interior ideal que mantiene a raya el consumo del aire acondicionado y la calefacción. Esto la convierte en una muy eficiente estrategia de ahorro energético.
Hoy en día, las mejores técnicas de aislamiento térmico incluyen la construcción de cámaras de aire entre el exterior y el interior de un edificio y la instalación de ventanas de PVC de doble cristal que minimicen la fuga del calor y, al mismo tiempo, dejen entrar mucha luz natural.
7. Instalar bombillas de bajo consumo
Reemplazar las bombillas tradicionales es una de las soluciones de ahorro de energía más asequibles y más fáciles de aplicar en cualquier comunidad. Las bombillas LED son energéticamente eficientes, duraderas y pueden reducir el consumo de electricidad hasta un 80%.
8. Cambiar de ascensor
Los ascensores son uno de los equipos que más gastos energéticos generan. Teniendo esto presente, muchas comunidades de propietarios con más de un ascensor están instalando modelos con mecanismos selectivos. Cuentan con un sistema que llama automáticamente al ascensor que se encuentra en la planta más cercana al usuario.
Hace falta trabajar en equipo para transformar un edificio comunitario en un lugar energéticamente eficiente. Como empresa que ofrece soporte a administradores, SOS Administradores ofrece las mejores soluciones para coordinar tales esfuerzos y ayudar a los administradores y sus comunidades a lograr este objetivo.