Administrar una comunidad de propietarios en la que están involucradas personas con diferentes circunstancias, antecedentes y hábitos puede ser un desafío, sobre todo cuando surgen conflictos. En ocasiones, las acciones de unos cuantos vecinos pueden perturbar la paz y la armonía de la entera comunidad.
Principales conflictos entre vecinos
Las principales incidencias que suelen ocurrir en comunidades de propietarios incluyen problemas con los ruidos de los vecinos, las modificaciones en el presupuesto de mantenimiento, la morosidad en el pago de las cuotas, el descuido de las mascotas y la acumulación de basura y el mantenimiento deficiente.
Ruidos de los vecinos
Celebrar fiestas entre semana, hacer reparaciones en el hogar muy temprano por la mañana, reproducir música a todo volumen hasta tarde en la noche, alzar demasiado la voz a horas inapropiadas… Estas situaciones tienen algo en común: generan altos niveles de ruido que incomodan a los demás. Los vecinos ruidosos tienden a ser indisciplinados y a pasar por alto lo mucho que afectan al resto de la comunidad.
Modificaciones en el presupuesto
De vez en cuando, se deben hacer ajustes en el presupuesto para el mantenimiento del edificio. En especial, se requiere que haya fondos suficientes para dar solución inmediata a ciertos problemas que puedan surgir. Estos incluyen cortes eléctricos, fugas de agua o de gas, fallas en el funcionamiento del ascensor o amenazas a la propiedad y a la seguridad. Una causa común de problemas es que un vecino se niegue a colaborar con otros en la aprobación de un presupuesto realista, sobre todo si ha sido responsable de cierta avería.
Morosidad en el pago de las cuotas
Otro conflicto habitual en las comunidades de propietarios es el retraso en los pagos por parte de algunos. Los vecinos que pagan sus cuotas a tiempo suelen molestarse de que los morosos disfruten de los mismos beneficios que ellos sin asumir sus obligaciones. Si la negativa a pagar persiste, la administración de la finca podría emprender acciones legales contra el moroso. La tensión entre el demandado y los demás vecinos puede ser aún mayor en este punto.
Descuido de las mascotas
Muchas disputas entre vecinos son causadas por las mascotas. Tal vez los animales hagan mucho ruido a horas inapropiadas, ocasionen daños en propiedad ajena o generen malos olores. Desde luego, las mascotas no están al tanto del reglamento de la comunidad de propietarios, ni de la legislación al respecto. Sus dueños son responsables de adiestrarlos, estar al tanto de sus necesidades y supervisarlos periódicamente. También deben tomar las medidas pertinentes para que los animales se mantengan dentro de los límites de su propiedad, y limpiar periódicamente el área donde se encuentran.
Acumulación de basura y mantenimiento deficiente
Un patio lleno de basura y con hierba muy crecida puede ser un foco de infección. Se trata de un problema que afecta a toda la comunidad y puede ocasionar enfermedades y plagas. Un vecino podría negarse a hacer los cambios necesarios, argumentando que la disposición de sus desechos y el mantenimiento de sus exteriores no es algo que le incumba a otros.
¿Qué puede hacer el administrador para resolver problemas entre vecinos?
Cuando surgen desacuerdos entre vecinos, es posible que algunos vecinos acudan al administrador de la finca en busca de ayuda. Este profesional tiene la facultad de mediar entre el vecino infractor y los afectados. Su objetivo debe ser que el problema se resuelva de forma pacífica y sin tener que recurrir a otras instancias.
En primer lugar, el administrador deberá comunicarse con el vecino incómodo por escrito. Para ello, puede dejar una notificación en su domicilio o enviarle un correo electrónico. Como mínimo, el aviso debe explicar claramente la naturaleza del conflicto y hacer referencia a los estatutos de la comunidad de propietarios y de la Ley de Propiedad Horizontal que se están violando. También puede ofrecer sugerencias para resolver el problema.
En caso de que la primera comunicación escrita no solucione el problema, el administrador tal vez decida hablar personalmente con el propietario. Si este segundo intento también resulta infructuoso, podría organizarse una reunión con los vecinos implicados a fin de llegar a un acuerdo que deje conforme a ambas partes.
Si el propietario persiste en su negativa a ceder, se puede enviar otra notificación escrita mencionando la posibilidad de emprender acciones legales. Este sería el último recurso fuera de los tribunales. Si a pesar de todo, el problema no se resuelve, e incluso empeora, lo único que queda por hacer es presentar una denuncia por incumplimiento de los estatutos comunitarios o de la legislación. De esta manera, quedará consumada la intervención del administrador de la finca. Las gestiones posteriores correrán a cargo de las autoridades competentes.
SOS Administradores cuenta con un equipo especializado en la gestión y contabilidad de fincas. Delegar estas operaciones en un tercero hace posible que los administradores dispongan de más tiempo para ocuparse de tareas que también son esenciales, como ayudar a resolver problemas entre vecinos.